Soy la que se duerme, risueña,
envuelta en capullos de ilusión,
luego de visitar la tibieza de tu boca,
a escondidas en la madrugada.
La que, pensativa, se filtra en las alturas,
poniéndole a todas las estrellas tu nombre.
Soy la que oye deslumbrada tiernas melodías
que habitan en tus labios.
Soy la que te imagina, la que te sueña.
La que se desintegra con cada mirada,
la que se vuelve atardecer en cada caricia.
La que se descubre iluminada entre tus brazos.
La que arrastra tristezas cuando no estas.
Soy la gris alondra que vibra con tu alegría,
la pobre niña que se inquieta con tu angustia.
La que se siente efimera y perpetua en tu piel.
La que no se cansa de nombrarte,
la que no se olvida de quererte.
Soy la que te llama sueño, ilusión, alegría...
la que te piensa cielo, libertad, perfección...
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