lunes, 13 de septiembre de 2010

No esperes nada...


"No esperes nada", dijiste...y dejè de esperar.
No hay dolor tan punzante como el de la resignaciòn.
Me prohibo pensarte, necesitarte, buscarte en cualquier rincòn.
Me prohibo sentir, por que sè que ahi te encuentro.
"No esperes nada", es tan claro que quema en los oidos y en el alma.
Primer la negaciòn a la espera...despuès, la nada misma.
Lo tuvimos todo, fuimos hermosos y eternos, soñando juntos de la mano...
Y si, acaso, quedaba alguna minùscula ilusiòn entre nosotros,
se evaporò cuando escribiste esa frase; NO ESPERES NADA.